top of page
  • Foto del escritorMiYOGA

COMIENZA UN NUEVO CURSO

El día 2 de septiembre por la tarde arrancamos las clases de esta nueva temporada y lo hacemos con mucha ilusión, deseando que las nuevas propuestas, actividades y talleres os gusten, os apetezcan y sobre todo que compartamos y disfrutemos juntos. Como sabéis, MiYOGA es un espacio multidisciplinar para el bienestar que apuesta por la variedad y complementariedad para que cada persona encuentre su clase, su estilo y su momento perfecto para practicar, para cuidarse y dedicarse tiempo. Es por eso que tenemos novedades pensando en todos y cada uno de vosotros, escogiendo una propuesta en la que hemos creído podíamos llegar más a todos. Tenemos hasta una clase los sábados!!! para que trabajes a tu ritmo y sin horario estricto de entrada (puedes venir de 18h30 a 19h15) haciendo una práctica a tu nivel y con tus modificaciones en caso de necesitarlas.

Ya verás las ganas que te van a entrar de empezar el nuevo curso cuando veas el horario que te hemos preparado... Para que siembres yoga esta temporada en tu cuerpo, en tu mente y en lo más profundo que hay en ti!!!!

" Siembras un pensamiento, cosechas una acción. Cosechas una acción, siembras un hábito. Siembras un hábito, cosechas un carácter. Siembras un carácter, cosechas un destino" Yogui Raman


23 visualizaciones0 comentarios

Actualizado: 6 may 2020


El 16 de enero fue una fecha muy especial para mi, una fecha que siempre llevaré en mi corazón, es nuestra fecha, querida Nuria... Siempre decías que ese día cambió tu vida porque fue el día que comenzamos juntas...Me hubiese gustado escribir aquí antes, pero no he tenido fuerzas y lo he ido retrasando para no afrontar este momento, hacerlo supone aceptar que ya no estás físicamente con nosotros... Quería dedicarte un blog, mi más fiel lectora, que te imprimías cada artículo cada mensaje que te enviaba, mi alumna que tanto valoraba "la yoga" como siempre decías, mi amiga... la primera en dedicarme siempre unas palabras, en nuestra web, en cada publicación... siempre tan agradecida, tan generosa, siempre mirando por los demás, cuidando de todos, cuidando de mi y defendiéndome para que sacara mi carácter cuando era necesario...

Me siento a escribir y no me salen las palabras... Te echo mucho de menos y te tengo presente cada día, en las clases, en los momentos especiales en los que sé que hubieses asistido la primera... siempre tan constante que el día que no podías venir te causaba una gran pena, disciplinada, dispuesta a trabajar, a superarte, a enfrentar tus miedos... Decías que yo era valiente por llevar a cabo ideas y decisiones que dan algo de vértigo, pero tú también has sido muy valiente. Venías a clase a enfrentarte no sólo al reto del cuerpo, que ese lo disfrutabas y siempre decías "qué bueno", sino a tu reto personal de mantenerte observando tus pensamientos, tus miedos, tratando de estar en calma, respirando... Valiente es quien intenta las cosas y tú intentaste vivir mejor hasta el último momento. Esa decisión fue tu decisión más valiente... escogiste vivir tranquila y confiar que saldría todo bien... y te marchaste luchando, eres una campeona!!!

Son muchas las veces que pensando en ti no me creo que no estés, otras me sobreviene una emoción, como ahora, que a pesar de la tristeza me trae una sonrisa porque me siento afortunada de haberte conocido y de haber compartido tantos momentos. Estuve poniendo nuevas fotos en nuestro saloncito del yoga y verte en ellas me ha dado paz... porque sigo pensando que de alguna manera estás aquí, con nosotros... Cómo tú decías, que increíble es que en 2 años compartiésemos cosas que ni con nuestra familia... es lo que tiene el yoga... que nos conecta más con nosotros mismos, con los demás y hacen que afloren sentimientos, emociones y que compartamos... Extraño mucho esos días que te quedabas esperando al cierre y acompañarnos las dos hasta la rambla y darnos un abrazo...

Tengo muy presente la última clase, ese abrazo, mi emoción profunda al saber a lo que te enfrentabas y tú consolándome... tus mensajes el día de tu operación hasta el mismo momento antes de entrar en quirófano... Una amiga de CORAZÓN...

Todos tus compañeros de yoga te echan de menos, siempre tenías palabras para todos, una sonrisa, un abrazo, has dejado huella en el corazón de cada uno...

Hemos sentido mucho tu partida, mucho... porque el aprecio, cariño y amor que te tenemos es muy grande y, estés donde estés, tu energía permanecerá en nuestro corazón, en nuestro espacio, en cada momento compartido... Porque has participado, colaborado y entregado en todo.

Aprovecho para dedicarte estas palabras, que llevan escritas meses pero que no he podido terminar, porque nunca veo el final, porque seguiría escribiéndote. Un día como hoy estabas la primera para asistir a la entrega de diplomas y cena...Gracias por todo lo que nos has aportado, no te puedes imaginar cuanto, no te puedes imaginar la gran persona que has sido para todos nosotros... para mi... qué difícil es decir hasta luego cuando las despedidas son tan inesperadas, cuando uno tiene tantas ganas de vivir, así que aprovechemos el momento presente haciendo las cosas que nos llenan de verdad, compartiendo con la gente que queremos y restando importancia a todo lo demás. Lo más importante se mide dentro de nosotros, lo más importante se mide por cómo te hace sentir...

Gracias por todo tu cariño, por tu respeto y tu confianza tan grande en mi... no te imaginas lo mucho que me has ayudado e impulsado, siempre te dije que ES mutuo... Hoy el diploma de HONOR es para ti....

"Dedicado a una luchadora, a una persona con un corazón inmenso que intentaba superarse, que no se rendía, nuestra querida Nuria"

50 visualizaciones0 comentarios

A petición de mis alumn@s les copio el artículo que leí en clase hace un par de semanas al final de clase acerca de la PAZ INTERIOR:

Con frecuencia las experiencias de sufrimiento están relacionadas con el modo en que valoramos la realidad. A veces, incluso, nuestra manera de solucionar las situaciones difíciles de la vida se convierte en el verdadero problema. Sabiendo esto, a la hora de enfrentarnos a las cosas es preciso que demos dar prioridad a nuestro equilibrio interior, es importante que eso sea nuestra meta principal. Si conseguimos dar importancia a permanecer serenos, equilibrados y en paz veremos que atraemos menos situaciones difíciles a nuestra vida, y todo es menos costoso.

Si tuviéramos la fortuna de convivir con un sabio o un maestro entenderíamos lo que esto significa y el valor que tiene. Nadie está privado de contrariedades. Las personas inteligentes simplemente las asumen, conviven con ellas sin rechazarlas, se adaptan y se vuelven más flexibles. Los sabios se hacen blandos para evitar quebrarse y nunca se resisten a lo que sobreviene. Este es el modo en que mantienen su paz interior. Dar prioridad a su estado mental les hace percibir las dificultades y problemas de otro modo, y conseguir proteger su espacio mental.

La determinación de vivir en paz

Necesitamos adoptar la determinación interna de mantenernos en paz, pensando: «No voy a permitir que nada me trastorne, no vale la pena”. Es preciso que descubramos una forma de pensar que nos haga ver que nada es motivo suficiente para preocuparnos. Tal vez para ello nos ayude recordar nuestra propia experiencia. En el pasado nos hemos preocupado de muchas cosas que hoy en día vemos absurdas e incluso ridículas; no podemos permitir que esto siga ocurriendo.

Si nos resulta difícil hacer esto, hay algunas ideas pueden servirnos para apoyar esta decisión. Por ejemplo, ante las experiencias complicadas podemos pensar que lo normal de la vida es que haya dificultades y que siempre hay que contar con etapas más difíciles que otras, de modo que lo que está sucediendo antes o después iba a suceder después de todo. Podemos aplicar una actitud optimista pensando que mientras antes lo pasemos, mejor será el futuro. Si nos hacen daño, podemos pensar que es una oportunidad para conocer nuestra mente y aprender a dominarla en nuestro beneficio. Cuando nos relacionamos con alguien que nos irrita, pensamos que esa persona está dominada por sus condicionamientos y que está sufriendo más que nosotros. Cuando sentimos una atracción y apego desproporcionados recordamos que todo es efímero, pasajero y fugaz.

Contento interior

Es básico estar resuelto a no permitir que nada nos perturbe. Necesitamos llegar a la convicción de que no hay nada más valioso que nuestra felicidad interna. Cuando estamos en contacto con nuestro ser no necesitamos tantas cosas externas, y como dicen los sabios, vivir sin deseos es la mayor plenitud. Una conocida historia cuenta que un gran sabio vivía retirado de la vida pública en el bosque. Era tan venerado por sus conocimientos y virtudes que un día el emperador le quiso a su lado como consejero. Así pues, envió una comitiva a buscarle. Cuando llegaron, encontraron al sabio apaciblemente sentado junto a un río de aguas cristalinas. El jefe de la misión le saludó respetuosamente y le comunicó el nombramiento.

-Has sido nombrado consejero del emperador. Debes venir con nosotros al palacio -anunció el emisario.

-No me interesan los títulos ni la posición social -respondió el anciano.

-Vivirás en un ala del palacio, con tus propios jardines. Tendrás criados y jóvenes doncellas a tu servicio.

-¿Para qué quiero todo eso? -volvió a decir el sabio.

-¡Serás feliz! Todo el mundo desea ser feliz -dijo el emisario sorprendido.

-Bueno, ya soy plenamente dichoso -concluyó el sabio.

El sabio rechazó la oferta y la comitiva imperial tuvo que regresar con las manos vacías.

Esta historia nos muestra el valor del contentamiento. El emperador buscaba un consejero y el sabio le dio el consejo que más necesitaba, dar importancia a la paz interior, la suya y la de sus súbditos. El poder de su consejo reside en él mismo comportarse de esa manera, él es un modelo para los demás.

Prioridades

Sin claridad interna es fácil que los acontecimientos nos arrastren. Hay muchas ocasiones en que nuestra torpeza puede confundir las prioridades y caer en el espejismo habitual. Tendencias como el afán de demostrar, el apego a tener razón, la necesidad de hacernos notar, desear ser reconocidos, no querer ceder, esperar ser correspondidos, sentirnos apoyados, mantener un nivel de intensidad y excitación, pensar demasiado, desconfiar por sistema de todo, etc... desencadenan los acontecimientos que nos alejan de la serenidad. Todas estas actitudes implican una elección y un desconocimiento de nuestro interior. Por ello es tan importante decidir lo que queremos de verdad y adoptar firmemente la postura del sabio. Es preciso llegar al convencimiento de que en realidad necesitamos mucho menos de lo que creemos.

En el fondo se trata de decidir entre el valor que le damos a nuestra personalidad, posición social, ambiciones, creencias y dogmas privados, frente al valor que tiene para nosotros vivir en paz. En nuestro mundo, nuestra cultura, la educación que recibimos, todo parece encaminarnos a dar valor a lo externo, lo aparente, lo que se percibe y se advierte; al mismo que se desestima lo interno. Es curioso cómo los jóvenes que se rebelan contra el orden establecido sólo lo hacen contra las formas externas, nunca con los verdaderos valores. Les vemos cambiar de ropa, de peinado, de aspecto, de modas, de aficiones. Es difícil que alguien se plantee: «¿Qué me va a hacer feliz en la vida?».

Muchas veces vivimos sometidos a numerosas ideas, obligaciones y deseos, a los que damos prioridad frente a la felicidad interna. Esto incluye ciertas creencias que nos dan seguridad y preferimos mantener, antes que ser felices. Podría hacerse una inmensa lista de prioridades. Por ejemplo: ser eficaz, hacerse notar, lograr una posición económica y social, protegerse, controlarse uno mismo, vivir rodeado de personas, querer ser como los demás, dejarse llevar, vivir por costumbres, buscar la perfección, conseguir aprobación, eludir el rechazo, querer ser imprescindible, etc.

Con frecuencia creemos firmemente que estas cosas son la vía de la felicidad cuando, justamente, no ir tras ellas es lo que nos hará feliz. Estamos constantemente esforzándonos para conseguir algunas de estas cosas, y esa lucha implica intranquilidad, incertidumbre y el permanente desasosiego de perderlas. Así nos alejamos de la paz interior.

Es cierto que no todas estas cosas son negativas, algunas son incluso favorables y útiles; el peligro surge cuando nos perdemos a nosotros mismos por efectuar cualquiera de ellas. Por ejemplo, ser eficaz es valioso e importante pero cuando por ser eficaz, olvidamos quiénes somos o qué necesitamos nosotros y los demás, y nos obsesionamos con ello hasta convertirlo en una forma de negar la vida, entonces estamos dando más prioridad a una actitud que a nuestra satisfacción interna.

La serenidad está aquí en el momento, sin hacer nada, en vivir con plena consciencia lo que nos suceda y en descubrir la inmensa fuente de contento que hay por descubrir en nuestro ser interior. En nuestra naturaleza está el gozo y el placer. Sólo cuando llegue el día en que nos demos cuenta, podremos respirar. Mientras antes lo aprendamos antes podremos disfrutar y aprovechar plenamente la vida.

55 visualizaciones0 comentarios
bottom of page