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YOGA CON ANTIFAZ


¿Qué beneficios aporta practicar yoga con los ojos vendados? ¿No es ya bastante difícil respirar, encontrar la alineación y equilibrio los ojos abiertos? Ayer nuestros grupos de nivel 2 probaron las sensaciones de hacer parte de la clase sin usar la vista.

Lee las razones por las que practicar sin ver de vez en cuando puede ser una gran experiencia.

Tu ego se ve relegado: te guiarás más por cómo se siente la postura y no cómo se ve, ni la imagen que quieres dar. Estamos rodeados de imágenes de medios sociales y publicaciones de yoga de cuerpos hermosos realizando asanas perfectas y asanas "imposibles.

Es raro en yoga no ver a un practicante tentado a empujar demasiado la postura para crear una ejecución estéticamente agradable. Pero cuando practicas con los ojos vendados, tu mirada se ve obligada a entrar. Nadie, ni siquiera tú, puede ver lo que parece desde fuera, así que lo único que importa es cómo te sientes desde dentro. Y su práctica será mucho más honesta y verdadera.

Desarrollas más tus otros sentidos: cuando quitamos uno de nuestros sentidos, la conciencia de todos los demás sentidos se intensifica. Es como cerrar los ojos para escuchar una hermosa canción. Con la venda en los ojos, sintonizas más con las indicaciones de tu profesor y sientes completamente tu cuerpo en tu esterilla y en el espacio. Esta concentración mejorada trae mucha más presencia y atención a la práctica que estar con los ojos abiertos.

Aprendes a dejar ir: Con una venda en los ojos, no hay la opción de mirar a nadie más. Tampoco puedes comparar tu práctica con la de nadie más. Simplemente tienes que dejar de lado tu miedo a estar equivocado, y confiar en que donde estás está bien.

Es liberador: descubres cosas nuevas de las posturas, que las sensaciones son más buenas de lo que creías, que es algo reconfortante, que te hace estar más "contigo" y prestar menos atención a la mente y eso te hace sentir muy bien.

Es un desafío: la práctica de yoga con una venda en los ojos puede ser una experiencia rara al principio. Muchas personas se sienten más vulnerables, inciertas y menos controladas para empezar. Pero esta experiencia, a pesar de ser un poco incómoda, es profunda. Descubres dónde está el miedo y entonces simplemente lo observas. Cuando permanecemos presentes con nuestros temores, experimentándolos en lugar de alejarnos, estos pierden su poder. Puedes aprender mucho más con un par de minutos fuera de su zona de confort.

Mejora la propiocepción de nuestro organismo y eso es de gran valor para cuando practiques con los ojos abiertos: aprendes que puedes usar tu mirada mucho más deliberadamente para mejorar tu enfoque y tu concentración, en lugar de dejar que te distraiga.

Sabrás que siempre que desees encontrar ese enfoque interno de nuevo, todo lo que necesita hacer es cerrar los ojos. Repetiremos al experiencia!!

Ayer todos los que probaron dijeron sentirse muy bien, en algunas posturas mejoraron notablemente su alineación y superaron sus "miedos" y en otras se sintieron menos estables.

Ya sabéis, todo es práctica, práctica y práctica... Personalmente el yoga ya me traslada a mi mundo interior desde que me siento en mi esterilla para hacer mi práctica y, tener una venda o antifaz lo que hace es aumentar e intensificar esa profundidad conmigo misma, con mi respiración, con mi cuerpo, mi mente, mis sensaciones... Creo que con el ritmo al que vivimos es vital tener este tipo de momentos, de experiencias... Practica yoga!!!

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